En el mundo del fútbol es muy habitual escuchar una y otra vez las mismas frases. Hay algunas que nunca dejarán de ser ciertas por muy simples que sean, como aquella que dijo Johan Cruyff: “si marcas un gol más que tu oponente, ganas”. En cambio, hay otras con las que no estoy del todo de acuerdo o que merecen ser analizadas.
Para este artículo he seleccionado dos frases que me encantará comentar con ustedes.
”Este entrenador es bueno porque trata a todos los jugadores igual”
Esta frase la he escuchado toda mi vida, y cuando empecé a entrenar me di cuenta que no es verdad. Debería ser cambiada por “este entrenador me gusta o es bueno porque respeta a todos su jugadores por igual”. Tratarlos a todos igual es imposible.
Razones: cada jugador tiene un rol en el equipo, hay algunos más importantes que otros y hay diferentes carácteres que tienen que ser “manejados o tratados” de diferente manera por su personalidad. Acá es donde la famosa frase no me encaja para nada.
Hay miles de experiencias que prueban lo que digo pero son difíciles de contar porque yo soy de la época en la que se cumplía el dicho de “lo que pasa en el vestuario queda allí”. Pero para que me entiendan, no se puede tratar igual a Messi que a los demás, así de simple.
«Lo más maravilloso de mi profesión es imaginar el partido que va a suceder mañana»
Una de las cosas más importantes para mi es cuando empiezo a analizar al rival y buscar las formas para ganar ese partido. Como dijo Guardiola en esa frase, cuando ves, encuentras y visualizas lo que puede/debe pasar en el próximo partido, enseguida te viene esa energía y alegría de empezar a transmitirlo, entrenarlo y convencer al jugador para que lo ponga en práctica.
Cuanto más acertás, mejor entrenador sos, así que mucho de tu éxito depende de esa imaginación de lo que va a suceder mañana
Si te contara los domingos en Inglaterra viendo al rival por la mañana, mirando los dos partidos de Premier en la TV y después mirar al rival para preparar la semana dirías que los entrenadores estamos locos. Pero, de verdad, ese trabajo a veces solitario es clave de cara a la posibilidad de ganar el siguiente partido.