El pasado 30 de agosto se oficializó el término de mi relación con Universidad Católica. Tras una reunión muy amistosa con el presidente Juan Tagle y con Tati Buljubasich, llegamos a un acuerdo para que dejara mi puesto de entrenador en busca de lo mejor para el equipo y la institución, que es lo más importante.
En esta etapa, mi primera como entrenador en Sudamérica, aprendí muchísimo. Para mí, fue una experiencia espectacular. Estoy muy orgulloso de haber pertenecido a este club y de haber trabajado con unos jugadores y un cuerpo técnico fantásticos, con los que logramos algunos hitos que me gustaría poner en valor.
Los 3+1 objetivos en la UC
Cuando llegué a Universidad Católica, hablamos de 3+1 grandes objetivos a cumplir.
El primero de ellos, ganar la Supercopa de Chile contra Colo Colo. Era todo un reto por ser el partido de mi debut, con solo una semana de entrenamiento y sin pretemporada y por suerte se logró tras una remontada especial (4-2). Siempre se hablará de los cambios que realizamos para darle vuelta al marcador (0-2).
El segundo objetivo era pasar de fase de grupos en Copa Libertadores, algo que no se lograba desde hacía 10 años. En un grupo muy duro y parejo con Argentinos Juniors (Argentina), Nacional (Uruguay) y Atlético Nacional (Colombia), logramos clasificarnos segundos, con algunos hitos que quedarán grabados en mi memoria, como ganar (0-1) en el Estadio Diego Armando Maradona de Buenos Aires, cosa que logran muy pocos equipos chilenos (si no recuerdo mal, es la 5a vez que un equipo chileno gana en Libertadores en Argentina en toda la historia).
En octavos de final de Libertadores nos cruzamos con el reciente campeón, Palmeiras, que en la fase de grupos ganaron 5 de 6 partidos y marcaron nada más y nada menos que 20 goles. A pesar de la eliminación, fuimos capaces de competir los dos partidos (muy especialmente en el primero de local) y recibir tan solo 2 goles en contra.
El tercer desafío marcado por el club era lograr todos los objetivos con jugadores jóvenes del club para promocionar. También fuimos capaces de hacerlo, como prueba los 3 jugadores sub-21 que fueron convocados en la selección absoluta de Chile para la Copa América (Marcelino Núñez, Clemente Montes y Diego Valencia).
El último de los objetivos, y más importante, era ganar el tetracampeonato. Si bien nos vamos a 5 puntos del líder con casi toda la segunda vuelta por delante, en el momento de salir somos el equipo con más goles a favor del campeonato.
Desde fuera, tan solo me queda desearles lo mejor. Les estaré alentando como un aficionado cruzado más en busca del tan deseado tetracampeonato. Le deseo toda la suerte al club, a los jugadores y al próximo cuerpo técnico para que puedan lograr esa racha de triunfos y se logre el objetivo final.