Hace unos días me entrevistaron en el podcast Area Mai, en una charla en la que repasamos especialmente mi época como futbolista en el Zaragoza. A continuación les dejo con algunas de las preguntas y respuestas que se dieron, aunque pueden escuchar toda la entrevista en este enlace.
Sin duda, fueron 7 años en los que crecí como futbolista y persona. Ahí crecieron mis hijos, me fui haciendo mediocampista… fueron años muy importantes.
En tus inicios jugabas de delantero, ¿verdad?
Yo cuando llego a Zaragoza, llego un poco de rebote. Ildo Maneiro, el entrenador uruguayo que estaba en el equipo, no tenía ningún delantero de estatura, de juego aéreo, y me propone ir al Zaragoza. No me había ido muy bien en Francia, así que tener la oportunidad de ir a la Liga española para mí era perfecto.
En la primera pretemporada en Andorra, el entrenador ve que en ese 4-4-2 yo de delantero no encajo, así que empiezo a jugar como volante por derecha, como 8. Jugué algún partido de delantero, por ejemplo contra el Cádiz en el que marqué dos goles.
Después llegó Víctor Fernández y en el segundo año dio con mi posición. La llegada de Darío Franco me permite jugar un poco más suelto y me aprovecho para ser más mediocampista ofensivo.
Marcabas muchos goles de cabeza…
Yo tenía unas condiciones muy claras. Como no era rápido físicamente, tenía que serlo mentalmente, así que tenía que decidir muy rápido y estaba muy preparado previamente. Por eso muchos de mis goles son de primer toque. Y los goles de cabeza sí que son de lo que aprendí de mi época de delantero: movilidad, anticipación, conocer al jugador que iba a centrar, etc.
¿A qué partido volverías?
Iría al del 6-3 contra el Barcelona.
Yo llegué al Zaragoza y el primer partido contra el Barça creo que lo perdimos 0-2, el siguiente perdimos 1-4 y después creo que 1-6. Ya íbamos a jugar contra ellos con la mentalidad de que el siguiente nos meterían 8, y lo habíamos intentado todo… pero por una razón u otra aparecían los Ronaldo, Romario, Begiristain…
En ese 6-3 por fin nos salió el plan, que estaba muy pensado. Con Esnáider mano a mano con Koeman, que no se quedaba muy atrás, aprovechar la movilidad de otros jugadores, etc.
Aun así, más que con un partido, yo me quedo con los últimos 20 segundos de París. Creo que es una cosa única y no hay mejor forma de terminar un torneo europeo.
Tendrían que poner una placa de ese gol de Nayim detrás de la portería del Parque de los Príncipes.
¿Ha surgido alguna vez la posibilidad de ser entrenador del Zaragoza?
No ha habido posibilidades reales, pero sí que he llegado a hablar con la persona que se encargaba del club. En ese momento yo ya estaba trabajando, así que era imposible. Fue hace varios años, pero no era el momento. No es que no quisiera ir.
El día que yo más quería ir fue cuando se fue Víctor Fernández la primera vez, cuando estaban los argentinos. Era 2007 o 2008 y yo recién empezaba de “coach”. A ese vestuario sí que lo quería, “dámelo a mi que lo soluciono”, pero para ello necesito el poder de elegir quién se queda y quién se va.