Uno nunca sabe si el parón es bueno o no porque, depende del momento, hay veces que te viene fenomenal por diferentes razones (poder entrenar, recuperar jugadores lesionados o inclusive cortar una racha o juego malo), pero por el otro lado podría ser perjudicial (cortarte el momentum, perder intensidad o consistencia, etc).
Desde el punto de vista de entrenar, a mi me gusta mucho este receso por la Copa América. Te da la posibilidad de “refrescar” cosas que no pudiste entrenar seguidamente, te da la oportunidad de confirmar cosas que vienes mejorando pero necesitan tiempo para “instalarse” y también te da la posibilidad de entrenar cosas nuevas o que no tuviste tiempo, así que a mi siempre me gusta tener tiempo extra para entrenar.
Si a esto le sumamos que no tuvimos pretemporada este año, lo que hizo que toda la parte de preparación táctica se haya hecho muy deprisa, creo que tener tiempo ahora debería ser productivo y uno espera que se note cuando volvamos a competir.
Copa de Chile
Diciendo todo esto parece que no jugaremos durante un mes y pico, pero no, pusieron la Copa de Chile de golpe y sin mucho aviso y con reglas particulares, ya que deben jugar ciertos minutos jugadores nacidos después del año 2000.
Si se trata de dar oportunidades a los jóvenes suena genial, pero hacerlo de forma “obligada” no me parece bueno ni para el jugador, que quizás no está preparado, ni para los equipos que buscan continuidad y consistencia.
De todas formas, respetaremos las reglas y trataremos de encontrar un equipo competitivo. Hay que tener en cuenta también que nos acaban de sacar a dos de nuestros jóvenes que cumplían la regla, ya que van a la Copa América con Chile.
Entrenar, entrenar y entrenar deberían ser las pautas impuestas por el entrenador en este parón. Ahí se prepara, se planea y está la base de lo que se hace luego en el campo.