La semana pasada tuve el placer de tener una charla de casi dos horas y media con Girondins Inside TV, en la que repasamos cuestiones muy diversas relacionadas con el fútbol francés y el Girondins de Burdeos, equipo que entrené en 2018, llegando a mitad de la temporada, salvando al equipo de una posible lucha por el descenso (13º posición) y clasificándolo para Europa League, terminando en 6ª posición.
A continuación comparto con ustedes algunos de los temas más interesantes de la entrevista, que se puede consultar de forma íntegra en este enlace:
Actualidad del Girondins de Burdeos
Últimos partidos del Girondins de Burdeos
El último partido contra el Troyes fue complicado. Vas a ir a ganar el partido, controlarlo con la posesión, pero en este tipo de partidos lo más importante son los tres puntos. Hubo momentos en los que faltó un poco de suerte, como al final del encuentro.
Hace dos jornadas, en la primera parte contra el Lyon era lógico pensar que sería muy difícil sacar algo, pero en la parte final el Burdeos estuvo a punto de llevarse los tres puntos. Finalmente, te dices a ti mismo que el punto logrado no es malo, a diferencia del partido contra el Troyes, donde sí que era obligatorio ganar.
Ahora hay que ganar tres o cuatro partidos seguidos para liberar a los jugadores de la presión.
Vladimir Petkovic
Creo que Vladimir Petkovic tiene mucha experiencia, sabe más que nosotros sobre los jugadores y sus reacciones. Aun así, es realmente difícil ver este año al Burdeos controlar un partido, ser protagonista y obtener un buen resultado.
Lamentablemente, no es una situación fácil, por lo que la única solución es organizarse todos juntos, poner al equipo en bloque defensivo y lanzar el contraataque con los jugadores de los lados. Ganamos el partido contra el Troyes, así que la decisión del entrenador fue la correcta.
Jugadores actuales del Girondins de Burdeos
Rémi Oudin
Rémi Oudin tiene las cualidades para ser más importante en el equipo. Aunque no lo conozco, y esto es realmente lo más importante, ya que hay que conocer a un jugador para tener pleno juicio, es un jugador que necesita un papel concreto y regularidad en el equipo.
A veces juega por la derecha, otras hace un buen partido, a veces no lo vemos, a veces juega por la izquierda… Desde fuera, lo veo como un jugador que aún no ha logrado dar lo que todo el mundo espera de él. Es cosa suya, obviamente, pero también pienso que es un jugador que necesita al resto del equipo, un sistema o una forma de jugar que le permita marcar la diferencia. Pero esa es solo mi opinión desde el exterior.
Hwang Ui-Jo
Es un jugador que a todos los entrenadores les gusta tener en su plantilla. Aun así, si me preguntan si es el número 9 en Burdeos para llegar al Top 6, depende.
Yo tuve muchos problemas en Burdeos con esta demarcación. Si nos fijamos en el momento que Burdeos estaba en la cima del fútbol francés, hablamos de atacantes que realmente marcaban la diferencia. Son los jugadores de primera línea los que marcan la diferencia cuando todo está bloqueado y te hacen ganar. Esto es lo que no hemos encontrado en los últimos 4 o 5 años. Es un problema para un equipo que espera estar en el Top 6 o en el Top 4.
En todo el mundo cuando se nombra al Girondins de Burdeos reaccionan diciendo «Oh, Top 3-4 de Francia». Y aquí en Burdeos decimos que somos Top 10. Hay que encontrar la solución.
Jugadores que tuve en mi etapa en Burdeos
Jules Koundé
Un día, Jules vino a verme y me pidió entrenar más individualmente conmigo. Le dije que no había problema. Se fue, regresó a media tarde y comenzamos a trabajar en las cosas que quería hacer por su cuenta. Para un entrenador, que un jugador te pida que entrenes más con él de forma particular es lo más bonito que le puede pasar.
Jules tiene algo especial. Teníamos una conexión especial, fue fácil trabajar con él. Llegué y solo había jugado dos partidos. Cuando lo vi practicar, dije “guau”. La semana siguiente, lo mismo, estaba en otro nivel.
Lo veo en Sevilla, y sí, hay algo en mí que me da muchas ganas de verlo en el Chelsea o el Manchester City. Se merece algo más todavía. Espero que venga a Inglaterra.
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Nicolas De Préville, Soualiho Meïté y Martin Braithwaite
Entendimos la situación de De Préville y no fue fácil. Tienes que adaptar a cada jugador en un papel en el equipo. Cuando un jugador comprende bien su papel, todo se vuelve realmente fácil.
Conocíamos la posición de De Préville, quería jugar por delante pero por la izquierda. Si tenía la oportunidad de encarar el área con el pie derecho, era el mejor. El problema era ponerlo en la posición exacta para poder hacer aquello que mejor se le daba. Era mi responsabilidad. Al final fue fácil, creamos una relación y logramos que se sintiera bien y encontrara un rol en la plantilla.
Todo el mundo quería volver a Burdeos al terminar la temporada, también los que estaban cedidos. Martin Braithwaite me llamó 100 veces. Soualiho Meïté igual, pero no pudimos pagar y se fue a Torino por 10 millones de euros. Cuando un jugador está contento en un grupo, hay victorias.
Jaroslav Plasil (y Otávio)
¡Entendía el fútbol mejor que toda Francia! No era de este planeta… ¡Algo asombroso! Le pedías que hiciera algo y cinco minutos después lo hacía perfectamente. No tenías que entrenarlo durante dos meses, enséñale diez videos… Era una persona realmente inteligente.
Fue difícil para mí porque competía con la juventud de Otávio. Sé que era difícil de entender para alguien de afuera que yo no hiciera jugar más a Otávio. Pero Jaro entendió el juego tan bien… Fue la extensión del entrenador en el campo. Esa es la definición de Jaro, ese era él. Era el tipo que entendía cuándo jugar largo, corto, subir la presión, volver a la línea defensiva: todo. Y por eso lo utilicé mucho, porque convencí al club de ficharlo un año más, aunque al mismo tiempo intentáramos buscar una solución para el futuro.
Maxime Poundjé
A nadie le gustaba Maxime Poundjé, pero conmigo Poundjé tuvo su papel. Él conocía perfectamente el papel que le pedía. Le decía: “Poundj”, necesito que hagas eso y eso, porque el tipo que juega de tu lado es así. Él siempre decía “no hay problema”. Estaba ahí, para mí y para el equipo, fue magnífico.
El club quería un lateral izquierdo cada seis meses. Llegué en enero y ya me dijeron “vamos a fichar un lateral izquierdo». El mismo verano vimos los partidos de los jugadores candidatos con mi asistente, y dijimos “sí, no están mal, pero no son mejores que Poundjé”. Conocíamos a Poundjé, sabíamos cómo funcionaba su cabeza y sabíamos lo que iba a hacer bien y quizás lo que podía faltarle. El jugador nuevo no lo conocemos, incluso no sabemos si tiene problemas en casa. La idea era conocer a los jugadores, y los conocíamos a todos.