La última pregunta que me hicieron en la entrevista de Tactical View, una sección de La Pizarra del DT, fue sobre Jules Koundé. El central está deslumbrando en Sevilla como central, una posición que descubrimos cuando estuvimos con él en el Girondins de Burdeos. Recordamos cómo fue esa reconversión y alguna anécdota con el joven francés.
Primeras impresiones de Koundé
Cuando llegué a Burdeos, el equipo estaba jugando un partido clave de visitante en Nantes. Si perdían, se ponían en una situación súper complicada de cara al descenso.
Yo en ese momento estaba viendo el partido junto al dueño del equipo en París, deseando que ganara el Girondins. Alguno podría pensar que si ganaban no me darían el equipo, pero no me importaba. Si me daban el trabajo, que me lo dieran con 3 puntos más. Ganaron y ese mismo día se hizo público que sería el nuevo entrenador.
En la primera semana de entrenamiento me fijé en Koundé, ya que con 18 o 19 años se le veía potente, a pesar de no ser muy alto. A mi me gusta que el central, cuando está solo, suba hasta el medio del campo para generar superioridad y él, cuando entrenaba en esa posición, lo hacía sin ningún miedo y casi tenía que frenarlo.
Ambición y ganas de aprender
Me acuerdo que cuando pasamos por un pequeño bache, él me vino a ver y me pidió entrenar por la tarde de forma individual. Se había dado cuenta que le costaban los cambios de juego en diagonal y quería hacer un trabajo extra para ver de qué forma podía hacerlos mejor.
Conmigo jugó todos los partidos 90 minutos. El año siguiente él ya se siente muy partícipe, quiere ir a meter gol y empieza a trabajar hasta los tiros libres. Me acuerdo que se quedó con los que tiraban normalmente y me dijo “míster, en un par de años los voy a tirar yo”.
Su fichaje por el Sevilla
Al cabo de un año, cuando ya no trabajaba en Burdeos, me llamaron desde Sevilla para conocer la parte humana de Koundé y les expliqué todo esto. Los entrenadores nos ayudamos mucho entre nosotros cuando tenemos confianza. Intercambiamos información de jugadores sobre si entrenan bien, se cuidan, protestan, etc. No quiere decir que si te dicen algo malo, después no lo fiches, pero sí que ayuda a tener una información privilegiada interna.
Por eso, cuando firmaron a Koundé y rindió como rindió, me dio una cierta alegría. Con 21 años incluso se habló este verano que podría ir al Real Madrid y al Manchester City, que sería lo máximo.